Presentación al taller de escritura 2025

 

María Paz Mollica

Comisión 5 - Santiago Castellano

Escribir una presentación como estudiantes de Taller, "al estilo de" la autobiografía que más les haya interesado.  Al estilo de Rodolfo Walsh

Individual

Primera escritura

 

Siempre fui Pachu

 

Me llamaron María Paz Mollica, de chica lo odiaba, lo único que me gustaba era la capicúa de las iniciales. Para mi suerte en el jardín, a los tres años una maestra que me había tomado cariño me apodó “Pachu” y lo llevo conmigo desde ese día.

Viví toda mi vida en la misma casa. Mismo barrio, con mis padres y hermanas. Antes estaban mis abuelos, aunque mis recuerdos de esa etapa son muy borrosos. Mi familia se domicilia en esta casa en Vicente López hace más de 85 años y el cuarto en el que duermo hoy supo ser de mi bisabuela, con quien tengo una mítica conexión, dado que falleció 4 días antes de que yo nazca.

Soy supersticiosa porque creo en todo. En la numerología, los simbolismos, el horóscopo, el tarot. También creo en el fútbol, en Dios y en el poder de la música.

 

Mi papá me enseñó que cada vez que pasemos por la Lugones y veamos el Estadio de River le tiremos un beso y que si alguna vez estábamos en La Boca me tape la nariz, porque ahí había “mal olor”.

Años después de estos primeros encuentros con este amado deporte llamado fútbol, empecé a jugar en un club del barrio. El club tenía una canchita de F5 sintética. Se armó un lindo grupo, una lástima que no jugábamos como hablábamos en los entrenamientos, en ese caso no hubiésemos salido últimas en la tabla por 3 años seguidos. En fin, las risas nunca faltaron. Retos de parte de los pacientes entrenadores tampoco. Años después dejé la vida de club porque soy un sapo de otro pozo. Nunca dejé el deporte.

 

La Guardia cambió mi vida. La parroquia dueña del colegio al que asistí desde que tengo uso de razón. Ni cuando me egresé de la secundaria dejé de ir, porque empecé a hacerlo “desde otro lado”. Me enseñó cómo quiero ser y cómo no. Y sigo aprendiendo. Soy catequista de confirmación y me relaciono con grupos de jóvenes hace muchos años. Creo tener algún tipo de interés por la docencia, que aún me falta revelar.

 

Así como mi papá me inculcó que River es el más grande, también me mostró el rock and roll. Creo firmemente que, si es rock, es nacional, como el 99% de los estudiantes de la facultad de Cs Sociales.

 

En La Guardia conocí a una amiga poeta que intentó explicarme cómo se sentía después de escribir las páginas de la mañana, me costaba entender. Tiempo después tomé ese hábito, pero lo llamé “mis páginas nocturnas” porque me gusta hacer un recorrido de cómo fue mi día y saber que puedo volver a esa hoja cuando yo quiera. Porque tengo mala memoria y pocos recuerdos. Es inexplicable la calma que siento hoy sabiendo que alguien en el futuro va a conocer un poco de Pachu. Incluso yo, cuando ya no recuerde qué me molestaba a los 18 ni qué cosas me gustaban en ese momento, voy a volver a esas hojas. Porque a la vez, me reconozco digna de ser conocida.

 

Tengo muchas preguntas y pocas respuestas. Y si me preguntás qué aprendí, te digo que a luchar por lo imposible. Siempre fui espiritual, un poco vergonzosa y un tanto insoportable. Y por ahora, con eso me alcanza.

Comentarios

  1. Hola Paz! Estuve leyendo tu blog y quisiera comentar particularmente esta publicación.
    Me generó mucha emoción leerte, hay un tinte de transparencia que marca siempre tus escrituras. Me gusta que tenes muy presente tus raíces, de donde venís y los valores que te fueron enseñados. Eso se puede notar en cada texto.
    Quiero destacar tu presentación, me fue muy divertido leerte y llevadero. La narración tiene un tono conversacional que permite eso, las frases breves, el uso sutil del humor que te llevan a esbozar una sonrisa
    “Una lástima que no jugábamos como hablábamos en los entrenamientos, en ese caso no hubiésemos salido últimas en la tabla por 3 años seguidos.”
    A la vez me llamó la atención el rol de la escritura que se da en la autobiografía.
    "Es inexplicable la calma que siento hoy sabiendo que alguien en el futuro va a conocer un poco de Pachu."
    La escritura como acto de memoria, casi como un legado, un acto significativo de identidad y búsqueda. Es un hilo constructor qué pasa a través de personas, lugares, costumbres.
    Se toma de modo para trascender en el tiempo, fijar momentos, no para mostrar sino para recordar(se).
    Una visión afectiva que se lee con facilidad pero sin duda deja huella.

    Por último, no quiero dejar pasar el texto del 24 de marzo. Las baldosas que homenajean me transmitió un aire nostálgico , como nos fueron enseñando nuestra historia desde chicos y cómo la recibimos con mucho respeto, como aquella niña que fue tan cuidadosa en no pisar aquellas baldosas. Lo tomé como alusión a no pisar nuestra historia, a no olvidar. Me encantó.


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